Una
opción, cada vez más transitada, es la Vía de la Plata, que discurre
desde Sevilla a Astorga. Históricamente, el Itinerario Antonino
(s. III d.C.) describe el recorrido de la misma: Iter ab Emerita
Asturicam que partía de Augusta Emerita (Mérida), capital
de la provincia Lusitania, para finalizar en Asturica
Augusta (Astorga), capital del Convento Asturicense.
Sin embargo, para aquellos peregrinos procedentes de las tierras más
al sur de la Península, como son las provincias de Cádiz o la zona
occidental de Málaga, Ceuta o Melilla, la ruta natural sería la
denominada Vía Augusta, en el tramo comprendido entre Gades e
Hispalis, es decir, Cádiz y Sevilla.
La Vía Augusta es la calzada romana más larga de Hispania con una
longitud aproximada de 1.500 kms. Su trazado discurría desde los
Pirineos hasta Cádiz, bordeando el Mediterráneo. El mencionado
Itinerario Antonino ya la citaba y era el eje principal de la
red viaria en la Hispania romana. Igualmente, sus etapas,
distancias y mansios quedaron grabados en los célebres "Vasos de
Vicarello", en los que fueron grabados los nombres y millas
partiendo de Gades hasta finalizar en Roma. Pasada la
cordillera pirenaica, continuaba en la Via Domitia a través
de la Galia Narbonense y por fin la Ciudad Eterna. Su nombre
original fue el de Vía Augusta Julia, en honor a los
emperadores Julio César y Augusto, quienes intervinieron en su
construcción, a finales del s. I a. de C.
Esta Vía, cuyo trazado actual se ha visto inevitablemente modificado
a fin de evitar carreteras y asfalto, trata de seguir un itinerario
lo más acorde posible con la historia, pero también intentando
aprovechar sendas, caminos y cañadas históricas. Si atendemos a su
traza original, la sirga peregrinal habría de pasar por Hasta
Regia (hoy Mesas de Asta, donde existen yacimientos
arqueológicos de dicha época), once kilómetros al oeste de Jerez.
Sin embargo, la falta de caminos aptos para caminantes y lo alejada
que se encuentra de la vía natural actual entre Cádiz y Sevilla han
aconsejado llevar la senda, hasta la recuperación de vías
alternativas aceptables, por las poblaciones que se indican a
continuación.
El Camino jacobeo denominado Vía Augusta parte de la ciudad de Cádiz
para dirigirse a través de su Bahía por San Fernando y Puerto Real
hasta El Puerto de Santa María y Jerez, en la provincia gaditana. Se
interna en la de Sevilla por El Cuervo, Lebrija, Las Cabezas de San
Juan, Utrera, Alcalá de Guadaíra o Dos Hermanas (variante nazarena
esta última) y llegar finalmente a la ciudad del río Betis y
su Catedral, donde finaliza este tramo de la Vía Augusta que ha sido
recuperado como Camino Jacobeo para enlazar con la Vía de la Plata.
Actualmente todos los Caminos están teniendo una importante
revitalización, fruto de las colaboraciones de las distintas
Asociaciones del Camino de Santiago locales, regionales, autonómicas
y estatales, con las distintas Administraciones (a idénticos
niveles). Ello se percibe cuando transitamos por sus veredas. Y no
es menos la Vía de la Plata, cuyo auge es palpable ya desde la misma
Sevilla, y en mayor medida según nos acercamos a Astorga.
Este Camino que aquí presentamos, la Vía Augusta, hace años que
también está teniendo una notable revalorización desde el punto de
vista jacobeo, como lo muestra el creciente número de peregrinos que
acuden a la capital gaditana en demanda de información.
Asimismo, contribuye también al auge tanto del Camino de la Plata
como de la Vía Augusta la saturación, especialmente en ciertas
fechas, que están sufriendo otras vías jacobeas, fruto de la
difusión mundial que están recibiendo. Y también, el hecho de que en
períodos invernales su climatología sea bastante benigna.
Igualmente está promoviendo de manera muy notable la difusión del
Camino entre Cádiz y Sevilla la “Asociación Gaditana Jacobea Vía
Augusta”, cuya labor de información, divulgación, fomento,
señalización, investigación y de colaboración con las
Administraciones, está posibilitando la puesta en valor de este
importante “Patrimonio Cultural Inmaterial” que devuelve a la ciudad
de Cádiz a sus orígenes romanos, al recuperar para la ciudadanía la
antigua calzada que unía Gades con Hispalis.
Sería deseable que esta importante empresa conjunta sirva como
llamada a todas las Administraciones implicadas en su trazado
(ayuntamientos, diputaciones, demarcaciones de costas, organismos
estatales) para una eficaz y coordinada colaboración mutua que
redunde en una mejora de la información al peregrino, colocación de
hitos, señales en las carreteras, creación de albergues e
infraestructuras, etc. En fin, difundir y poner en valor nuestro
rico patrimonio cultural. Hacer Camino.